sábado, 22 de mayo de 2010

Breve historia de los tontecas

Hay pocos datos referentes a los tontecas en las historias contadas por los conquistadores. Fundamentalmente los conocemos por los relatos de aquellos soldados que los destruyeron. Los tontecas pudieron ser una escisión del pueblo tolteca, ya que comparten con ellos rasgos etnicos, morfológicos y sociales.

Las leyendas recopiladas por Wenceslao Sánchez hablan de un rey, probablemente mitológico, llamado El Tonteca, que guió a su pueblo en un largo peregrinar hasta encontrarles asentamiento. Este rey les gobernó sabiamente durante 100 años y murió sin descendencia. Antes de morir, ya que no podía dar un descendiente a sus amados súbditos, les dio un conjunto de leyes para que ellos mismos se gobernasen.

Cuando llegan los castellanos, efectivamente, los tontecas son un pueblo sin rey, existiendo tan sólo una conexión política laxa entre las distintas ciudades y enclaves del país tonteca.

La conquista del país tonteca es realizada por Wenceslao Sánchez. Este, es comisionado por Hernán Cortés, a la sazón, virrey de Nueva España, para someterles, ya que Cortés había conocido de su existencia a través de comerciantes indígenas, que traían numerosos productos de dicha región. Wenceslao Sánchez prepara una expedición y lleva consigo 50 hombres (de ellos sólo la mitad armados), 2 caballos y 3 cañones. Avisados los tontecas de la llegada de los castellanos, les salen al paso y ofrecen batalla en la llanura de Ogacihc, presentándose unos 10.000 tontecas en un ejercito mandado por el dictador Iktsort y compuesto no sólo por hombres sino también por mujeres.

El resultado de la batalla es una espectacular carnicería en la que la inmensa mayoría de los tontecas mueren o son posteriormente ejecutados por los castellanos, perdiéndose, junto con el ejercito y la independencia, la mayoría de la población tonteca. Los distintos enclaves tontecas caen luego uno por uno en sistemáticas masacres, que dejaron al pueblo tonteca muy reducido en número, y sumidos en la esclavitud o en la servidumbre.

Wenceslao Sánchez vivió unos diez años entre los restos de las comunidades tontecas, primero con el cargo de intendente y, luego, como terrateniente, explotando sus amplias propiedades. De esos años data la recopilación de las leyes tontecas. Postariormente vuelve a Castilla, a su aldea natal en el condado de Hoyuelos.

Las leyes tontecas quedan dentro del legado familiar de los Sánchez de Hoyuelos y pasan de generación en generación. Los manuscritos originales no nos han llegado. Tan sólo conocemos las leyes tontecas gracias a una copia manuscrita realizada por Wenceslao Sánchez Sánchez, descendiente indirecto del primer Wenceslao. De este Wenceslao Sánchez Sánchez sólo sabemos que nace en Hoyuelos y que, en 1936, es un joven anarcosindicalista que vive en Barcelona y lucha en la guerra civil. De esas fechas data el manuscrito recopilatorio de las leyes tontecas que llega hasta hoy en día. No es impensable que, tanto el primer Wenceslao como el segundo, introdujesen, en la recopilación de las leyes tontecas, modificaciones de su propia cosecha.

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